Invasores

Miles de adhesivos en forma de etiquetas y carteles invaden a diario el paisaje urbano. El mayor porcentaje de este excedente puede definirse como carente de sentido estético alguno, lo mismo que de una razón trascendental que justifique su presencia, la cual casi siempre recae más bien en el abuso y en la contaminación del entorno. Al igual que ocurre con otras modalidades de expresión clandestinas, como en el caso del graffiti, los adhesivos representan un intento de lucha contra el anonimato, una lucha contra las limitaciones, contra el espacio, y una respuesta casi desesperada ante la necesidad de atención publica del individuo, cuyo síntoma de búsqueda de pertenencia se acrecenta en las grandes urbes. Es también dentro de esta efervescente escena en donde se han venido desarrollando exponentes cuya particularidad radica en hacer uso de estos mismos formatos a modo de ejercicios visuales con posibilidades más amplias, ya sea de experimentación visual, de comunicación, de interacción e incluso como parte de un sistema antropológico social contemporáneo.

Los adhesivos invaden y trasgreden el espacio público, buscan capturar y seducir la atención de los espectadores, valiéndose para ello de recursos meramente darwinianos: desde aumentar sus dimensiones de centímetros a metros, combinarse con otras técnicas como el esténcil y el rotulo y así intentar ser más atractivos visualmente, hasta el uso de materiales no contemplados originalmente para su fabricación, pero con los que aseguran una permanencia, una resistencia prolongada contra el deterioro que el medio ambiente provoca en su estructura, misma que tras adoptar estos nuevos componentes genera mutaciones, algunas de las cuales alcanzan incluso el volumen de una instalación tridimensional. Los adhesivos son entonces también un simbolismo del mismo ser humano en un constante acto de autorreferencia como inventor, y como reestructurador de su hábitat inmediato: la ciudad.
Es así como paulatinamente, después de largo tiempo, los adhesivos han logrado incorporarse a la visión contemporánea del arte mismo. Ahora son también objetos de diseño formal, medios de comunicación portadores de mensajes masivos, símbolos de permanencia humana y esta vez, son también protagonistas de una exposición en esta galería.
La exposición Invasores es una excelente ocasión para hacer patente, una vez más, la vigencia y el objetivo de la Galería José María Velasco por presentar y difundir las expresiones artísticas de mayor actualidad. Los expositores agradecemos a todas las personas que han apoyado y hecho posible esta muestra.